posee un origen común con los zapotecas, desarrollándose de forma paralela y bajo la influencia de los toltecas hasta el 1.200 cuando se independizaron. En este momento existía una alta movilidad y los mixtecos alcanzaron amplias zonas en su afán de conquista, tanto hacia la costa como hacia el norte, aunque a su vez fueron invadidos por aztecas y mexicas.
A finales del siglo VII, los mixtecas comenzaron a establecerse en el actual estado Mexicano de Oaxaca. Los mixtecos habitaron principalmente las tierras altas, en la cima de las nubosas sierras de este estado mexicano, por lo que también se les conoce como la ‘Gente de las Nubes’. Allí fundaron numerosas ciudades, como Achiutla, Coixtlahuaca, Nochistlán, Tilantongo, Tlaxiaco, Yanhuitlán, Tututepec, Teposcolula, Monte Albán o Mitla.
A pesar de que ocuparon los valles áridos, elevados y fríos de la sierra y, por lo tanto, las condiciones para la agricultura les eran adversas, fue ésta su actividad fundamental, centrándose sobre todo en el cultivo del maíz, la calabaza, los frijoles y el chile para ello desarrollaron campos aterrazados con canales de regadío. La caza y la guerra también fueron actividades vitales para ese pueblo.
Al final del siglo XII, importantes grupos mixtecas se trasladaron al valle de Oaxaca en donde disputaron el control de esos territorios a los zapotecas, esta situación se mantuvo hasta la llegada de los españoles a la región.
Los mixtecas estaban divididos en señoríos, que se unían en ocasiones para enfrentarse a otros grupos. Esta división fue alterada por un gobernante, llamado en los códices ‘Ocho Venado Garra de Tigre’ [Nota 1], que a través de la instauración de un sistema burocrático como el tolteca, logró unificar a los mixtecas en un solo reino, pero esta estructura ‘feudal’ sólo duró hasta su muerte, cuando el reino mixteco se disolvió en numerosos estados, lo que puso fin al único período de unidad política en la historia prehispánica de la región.
La sociedad estaba muy estratificada, con una clase alta compuesta de señores, gobernantes y principales; macehuales o comuneros con tierras propias y que comerciaban con sus posesiones; y campesinos sin tierras, y esclavos. Se regían por linajes, donde importaba el orden de nacimiento y las profesiones eran heredadas. El poder residía en la capital y la autoridad central seleccionaba los nobles que gobernaban en cada una de las comunidades.
La llegada de los españoles a las costas del actual estado mexicano de Veracruz provocó reacciones de diversos tipos. En la mayor parte de la Mixteca se estableció un convenio entre los recién llegados y los nativos, de modo que se originó un proceso de mutua adaptación cultural que permitió la conservación de la lengua mixteca, las prácticas agrícolas y comerciales y ciertas maneras de organización social, que también se vieron influidas por las propias de los españoles del siglo XVI.
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